martes, 27 de abril de 2010

INTRODUCCIÓN Y BIBLIOGRAFÍA

Aunque parezca una redundancia, en el Arte, nada sale de la nada; es decir, todo artista, (ya sea pintor, escultor, cineasta, literato o músico) bebe de algo. Ese algo del que se nutre el alma del artista y, por tanto, su obra, puede ser la realidad ampliamente entendida (un bosque, un jardín, el mar…), emociones (ira o frustración en contraposición a la alegría o esperanza) o simplemente una persona (la/el modelo).

Desde el inicio de los estudios artísticos, el artista se encuentra con el desafío de ser capaz de representar al modelo (su expresión, su postura, sus rasgos físicos…). A diferencia de estos primeros trabajos (su objetivo es simplemente que el estudiante sepa hacer una “copia” fidedigna del modelo), a posteriori, muchos artistas siguen utilizando modelos para su trabajo personal.

Se pueden dar varias situaciones entre los artistas y los modelos: en ocasiones es una modelo la que impacta a varios artistas, ejemplo de ello es Kiki de Montparnasse y su trabajo con Man Ray, Chagal, Modigliani, Pablo Gargallo, Cocteau (poeta), Litvak (cineasta). Por otro lado, algunos artistas hacen de sus mujeres modelos (o de sus modelos, mujeres) como hizo Picasso con Fernande Olivier, Eva Gouel (Marcelle Humbert), Olga Koklowa (bailarina), Marie-Thérèse (la deja embarazada y se divorcia de Olga), Dora Maar (fotógrafa con la que mantiene una relación tortuosa).

Con la ocasión de la práctica El artista y la modelo, nosotras hemos optado por la opción inversa: la modelo y sus artistas, es decir, la modelo como artista, como protagonista. Centrándonos así, en Kiki de Montparnasse, reflejo de la sociedad de París de los años veinte, descubriremos a todos aquellos artistas, vanguardistas o no, que vivieron y tomaron como centro de creación e innovación la bohemia ciudad de París.




BIBLIOGRAFÍA

-Kiki de Montparnasse, Catel Muller (ilustraciones) y José-Louis Bocquet (texto), Ediciones Sinsentido, 2007, Madrid.

-Kiki de Montparnasse, Recuerdos recobrados, memorias, Nocturna Ediciones, 2009, Madrid.

-http://lavidanoimitaalarte.blogspot.com/2008/05/kiki-de-montparnasse-chtillon-sur-seine.html

-http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2007/418/1190973359.html



CONTEXTO ARTÍSTICO

A finales del siglo XIX surge una nueva tendencia artística que rompe con la tradición anterior, es el impresionismo. El principal objetivo del impresionismo será captar como se ven las cosas y no como son en realidad, los impresionistas no surgen de una escuela, simplemente serán un grupo de pintores que plantean una revolución pictórica, y no formarán un grupo homogéneo. Sus influencias serán el realismo, la fotografía y la estampa japonesa; su pintura se centrará en el color despreciando el blanco y negro de la fotografía.

El impresionismo a pesar de surgir a finales del siglo XIX, es importante para las vanguardias. Esta corriente mostrará aversión hacia el arte académico de los Salones oficiales, y desinterés por el tema del cuadro; representarán paisajes, estaciones, puentes, edificios modernos, es decir lo fugaz y lo lumínico, combinado con las escenas de bailes y tabernas. Formalmente se produce una ruptura con el proceso pictórico habitual, se yuxtapone el color sobre el lienzo, resultando una gran luminosidad y encontramos cierto desinterés por la forma, con contornos poco nítidos y pinceladas sueltas.



En el impresionismo serán fundamentales los artistas, Edgard Degas (1834-1926), que comenzó pintando cuadros de bailarinas y carreras de caballos y siguió pintando temas de la bohemia parisina. Claude Monet (1840-1926) se centró en captar la luz a distintas horas del día, los colores en su obra están muy por encima de las formas, lo que abrirá el camino a la abstracción. Otro artista que también pintó escenas parisinas, junto con desnudos femeninos y escenas paisajísticas con actividades humanas, fue Pierre August Renoir (1841-1919).


Un pequeño grupo de artistas llevaron el impresionismo un paso más allá entre los años 1880 y 1890 y surgió el postimpresionismo. En Francia Henri Toulouse-Lautrec, Paul Cézanne y Paul Gauguin fueron los artistas que desarrollaron esta pintura de carácter más introspectivo, donde los sentimientos estaban por encima de la realidad. H. Tolouse-Lautrec destacó como creador de carteles, su obra es muy expresiva y representaba personajes de los bajos fondos de Paris, este artista pasa del arte como contemplación a arte como comunicación. Cézanne busca en la naturaleza las formas esenciales, por eso es precursor del cubismo, representando también escenas y personajes cotidianos.



El siglo XX es una época que comienza con dos grandes guerras mundiales y una Revolución Rusa de carácter socialista, además se producirá la ascensión del nazismo y del fascismo y en economía el "crac del 29" afectará a todo el mundo. En arte todos estos acontecimientos y el legado artístico anterior provocarán que nazcan las vanguardias. Es el siglo en el que nacen también el cine, el cómic y los medios de comunicación evolucionan hasta la televisión.


Las vanguardias son movimientos de acción en el arte realizados por un grupo de artistas que provocaron rupturas en las situaciones establecidas o aceptadas. La pintura tradicional no desaparece, pero en esta época anterior a la II Guerra Mundial de constantes cambios y crisis, estos movimientos artísticos van surgiendo sin llegar a perdurar mucho en el tiempo, como reacción a la inestable y tensa situación. En Francia, y sobre todo en Paris, unas influyeron más que otras, y esto se reflejó en el nacimiento de una sociedad y una cultura únicas, en las que Kiki de Montparnasse se vio involucrada y donde pudo expresarse y desarrollar muchas de sus múltiples facetas.



LAS VANGUARDIAS


El fauvismo abarca aproximadamente desde 1905 hasta 1910 y los artistas que lo desarrollaron se caracterizan principalmente por utilizar duramente los colores (los colores adquieren autonomía propia), resultando unas pinturas muy intensas en cuanto al colorismo pero también muy alegres y decorativas, no hay naturalismo y el color tiene por lo tanto una función descriptiva. Fue desarrollado por Henri Matisse, André Derain y George Braque, antes de su etapa cubista.



Otra vanguardia de gran repercusión fue el expresionismo, cuyas principales características son un fuerte rechazo hacia la sociedad industrializada y el arte establecido tradicional, una expresión de emociones a través del arte y una representación de la naturaleza según criterios subjetivos. El expresionismo fue un movimiento europeo, sobre todo alemán, que también se desarrolló en el cine, en el teatro, en la literatura… cronológicamente coincide con el fauvismo pero tiene una dimensión mucho más política y crítica.


El noruego Edwar Munch representa una visión trágica de la vida y la soledad del hombre, y junto con el belga James Ensor participaron en la primera generación del expresionismo (entorno a 1900-1905). La segunda generación (entorno a 1905-1914) estuvo protagonizada por los grupos “El puente”, que hace hincapié en el color y al cual perteneció E. Ludwig Kirchner. Mientras que “El jinete Azul” que se centra más en la forma, por lo que evolucionará hacia la abstracción; a este grupo pertenecieron Vasili Kandinsky y Franz Marc. La tercera generación del expresionismo (en el periodo de entre guerras) es muy crítica con la sociedad y la política de la época y en ella se encuentra el grupo “Nueva Objetividad” con artistas como Otto Dix y George Grosz.


La vanguardia que rompe definitivamente con la tradición de representación clásica es el cubismo. El arte primitivo, y sobre todo el africano, así como la creación de carteles y collages influirán en el desarrollo de esta nueva vanguardia anterior a la Primera Guerra Mundial (entre 1905-1914 aprox.), y que influyó de manera notable en el arte posterior, en el diseño, la tipografía, la literatura… El cubismo rechaza la perspectiva tradicional buscando varios puntos de vista simultáneos, también rechaza los colores tradicionales, y busca una gama más neutra; l

os collages y las representaciones tienen frecuentemente como protagonistas objetos cotidianos.


George Braque, Pablo Picasso y Juan Gris serán tres artistas fundamentales en esta corriente. Dentro del cubismo podemos diferenciar también entre el cubismo analítico, donde predomina la visión simultánea y la descomposición de las formas en planos, con gamas de colores muy austeras, muchas veces monocromas. Y el cubismo sintético, que no descompone los objetos sino que los simplifica, se reconoce más la forma y los colores son más vivos y contrastados.



Otra vanguardia anterior a la Primera Guerra Mundial fue el futurismo. Es un movimiento desarrollado sobre todo en Italia, y muy relacionado con el urbanismo y la literatura, que plantea la necesidad de romper con el pasado, es una crítica sobre las formas tradicionales del arte y refleja la tensión de los años anteriores a la guerra. Su principal característica es buscar el movimiento y lo dinámico, también podemos encontrar descomposición de figuras como en el cubismo, pero aquí sugieren movimiento. Algunos artistas futuristas fueron Giacomo Balla, Umberto Boccioni, o Carlo Carrá.



La abstracción rompe con un principio básico en el arte que es la representación, enfatizando los aspectos cromáticos, formales y estructurales del arte, realza su valor y su fuerza expresiva, sin tratar de imitar modelos o formas naturales. En esta vanguardia podemos encontrar dos corrientes fundamentales, el informalismo con Vasili Kandinsky como principal precursor donde se deja cierto azar a la creación artística y encontramos una reivindicación de las posibilidades expresivas del propio material pictórico. Y el suprematismo, donde hay una mayor geometrización de la forma, se pretende alejar al arte de todo elemento accesorio para llegar a su esencia a través de un lenguaje objetivo; sus principales representantes son Piet Mondrian y Kazimir Malevich.



El dadaísmo nace en el contexto de la Primera Guerra Mundial, es la actitud de provocación del arte, los dadaístas se cuestionan aspectos como que una obra de arte tenga un valor, que sea única o que se pueda poseer. La provocación a través del arte es su modo de crítica, rechazaban la situación de su tiempo y por ello criticaban la verdad, la lógica, la ciencia, el nacionalismo. En el dadaísmo se utilizarán muchos collages, fotomontajes inverosímiles, y objetos encontrados o preexistentes para la creación de objetos artísticos, serán los llamados “ready made”. Marcel Duchamp, Francis Picabia y Man Ray fueron los artistas que más repercusión tuvieron en el dadaísmo.



En el periodo de entre guerras encontramos otra importante vanguardia que ha tenido mucha repercusión hasta nuestros días, se trata del surrealismo. En el surrealismo no hay frenos racionales a la creación artística, se trata de automatismo psíquico puro, se quiere expresar el funcionamiento del pensamiento con exclusión de todo control ejercido por la razón y al margen de cualquier preocupación estética o moral.


En el surrealismo tienen mucha importancia las visiones oníricas y en su base ideológica encontramos a Sigmund Freud y a André Breton. Dentro del surrealismo podemos encontrar dos tendencias, una de carácter más academico, donde la pintura es tan realista que cuesta encontrar los elementos surrealistas; y otra más figurativa, en la que encontramos en universo de signos multitud de formas. Los artistas surrealistas más destacados fueron Joan Miró, quien desarrolló un estilo muy propio, Salvador Dalí o René Magritte.




CONTEXTO HISTÓRICO Y BIOGRAFÍA


Kiki, la reina de Montparnasse;

Se llamaba Alice Prin, pero reinó con el nombre de Kiki.
Nació en Châtillon-sur-Seine , Côte d'Or , un pueblo borgoñés, el 2 octubre 1901.
Hija de Marie Prim, tipógrafa, y Maxime Legros, comerciante de carbón, quien negó ser el padre.
Desde niña fue criada en la pobreza extrema por su abuela, junto a más primos huérfanos.
Con su padrino, que se dedicaba al contrabando de alcohol, Kiki comienza a beber y aprende a cantar en los bares.

A los doce años, fue enviada a vivir con su madre que era linotipista en París. Con el fin de encaminar a Kiki en el mundo de la linotipia, tomó clases de ortografía. Al terminar estos estudios, comienza a trabajar como aprendiz de encuadernación.

Marie Prim coloca a Alice en una panadería la cual deja mas tarde. Es en este punto en el que tiene inicio la carrera de Kiki como modelo, por este motivo se ve en la calle y con la necesidad de sobrevivir, tras una fuerte discusión con su madre. Alice descubre la vida bohemia y el Barrio parisino de Montparnasse, del que ya con 17 años se convierte en musa para los mejores pintores entre 1920 y 1940.

En el barrio de Montparnasse, numerosos clubs de baile y cabarés abrieron sus puertas aquí en tiempos de la Revolución Francesa y se hizo famoso a comienzos del siglo XX, en los llamados “locos años veinte", por ser el corazón de la vida intelectual y artística de Paris. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, los círculos artísticos parisinos migraron a este peculiar barrio, donde se encontraron artistas de todo el mundo.

Fue amiga de los artistas más relevantes de principios del siglo XX , como Chaim Soutine , Mandel Julián , Foujita Tsuguharu , Francis Picabia , Jean Cocteau , Arno Breker , Alexander Calder , Per Krohg , Hermine David , Pablo Gargallo , Mayo , y Toño Salazar . Moise Kisling...

En 1918 Alice mantiene una relación con Mendjisky, pintor polaco, para quien posa en varias ocasiones. Fue este quien le otorga el conocido nombre de “Kiki”.

Durante los 20, Kiki posa para el pintor Kisling, el Japones Fujita, y conoce a Man Ray, pintor y fotógrafo estadounidense el que es su compañero durante la mayor parte de la década de 1920 y con el que vive durante bastante tiempo.


En ésta década, Kiki arranca su carrera como pintora, cantante y actriz formando parte de películas como “Le Retour”, de Man ray estrenada en 1923 y “Ballet mécanique” de Fernand Léger.

En la década de 1930, abrió su propio cabaret en Montparnasse, al que le puso el nombre Chez Kiki.

Kiki se convirtió en el símbolo de la vida bohemia y creativa de París y a la edad de veintiocho años, fue declarada “La reina de Montparnasse”.

La modelo abandonó París con el fin de evitar el periodo de ocupación del ejercito alemán durante la Segunda Guerra Mundial, que entró en París en junio de 1940, y que ocupo la ciudad durante un periodo de cuatro años.

Kiki murió en 1953 en Sanary-sur-Mer , Francia, a la edad de cincuenta y uno, parece ser que a manos de el alcohol y las drogas.

Una gran multitud de artistas y fans asistieron a su funeral en París y siguió la procesión hasta su entierro en el Cementerio du Montparnasse . Su tumba la identifica como "Kiki, 1901-1953, cantante, actriz, pintora, la reina de Montparnasse".

Mucho tiempo después de su muerte, Kiki sigue siendo la encarnación de la franqueza, la audacia y la creatividad que caracterizó ese período de la vida en Montparnasse. En su honor, una daylily ha sido nombrada Kiki de Montparnasse.

KIKI COMO ARTISTA



Alice Prin, que ya era más conocida como Kiki de Montparnasse, no eran tan solo una modelo, sino también pintora, cantante y actriz.

KIKI COMO PINTORA

No hay evidencias de que Kiki llevara a cabo estudios formales de arte, sin embargo sus obras eran valoradas entre sus coetáneos. Así podríamos decir que Kiki empezó a pintar influida por todos aquellos artistas que la rodeaban como Chagal, Kisling o Matisse entre otros.


En mayo de 1922, kiki conoce a Henri-Pierre Roché, aficionado al arte. Éste le anima a pintar y compra ,el 16 de febrero de 1924, una acuarela de Kiki, un retrato de Foujita.
Así mismo, en el inventario de su colección se hayan diez obras de Kiki.

El 25 de marzo de 1927, se inauguró Pictures de Kiki en la galería Au sacre du printemps, su primera exposición y en la que presentó veintisiete cuadros. Robert Desnos, su amigo y poeta, escribió el prefacio del catálogo.


En diciembre de 1929, Kiki es invitada a exponer sus pinturas en la galería Trémois, en la avenue Rapp, junto a Pascin, Hermine David, Per Krohg y Touchagues. Con motivo de la edición inglesa de sus memorias, los lienzos de Kiki se exponen en el escaparate de At the Sign of the Black Manikin, la librería de Edward Titus en la rue Delambre.

Posteriormente, el 15 de noviembre de 1930, Kiki expone en la galería Bernheim de la rue du Faubour Saint-Honoré.


KIKI COMO CANTANTE

Desde siempre, Kiki tuvo una bonita voz y la afición de cantar. <Jockey, el primer night-club del barrio, haciendo esquina con la rue Campagen-Prèmiere y el boulevard Montparnasse. Pronto se convirtió en uno de los lugares favoritos de los artistas. En el Jockey todos pueden realizar su número, bailar y cantar. Una noche, tras unos tragos, Kiki entona una canción picante y se convierte en la atracción número uno del local. Siempre comienza sus actuaciones con su canción favorita Les Filles de Camaret. Treize pasa lo gorra y enseña a Kiki a bailar el cancán.

El 30 de mayo de 1929, por iniciativa de Broca, Paris-Monstparnasse organiza el music-hall Bobino de la rue de la Gaîte una gala benéfica con fondos destinados a la creación de una caja de previsión alimentaria para los artistas. Pascin dibuja la portada del programa. En el cartel está Fujita, que va de payaso, Roland Toutain hace cabriolas, Marie Vassilief propone bailes rusos, Thérèse Maura baila cancán con su Montparnasse Girlsentre las que se encuentra Kiki-, Granowsky, el vaquero se encarga de hacer de maestro de ceremonias y la orquesta de jazz esta compuesta por músicos del Jungle y del Lido. Por supuesto, Kiki aporta sus canciones picantes. Además, al terminar el espectáculo, eligen a Kiki “Reina de Montparnasse”. >> [1]


En 1930, Kiki actúa como cantante en La Jungle, 127 del boulevard du Montparnasse.

En el verano de 1931, Kiki, en compañía de Jean Blanc, actúa durante toda la temporada en el local de Jeanne Duc en Saint-Tropez. En aquella época, Kiki pesa casi ochenta kilos, por lo que deja de beber alcohol. Por el contrario, empieza a tomar con demasiada frecuencia cocaína. Desde ese momento, intenta olvidar su juego con los estupefacientes. En este mismo año, Kiki actúa también en L’Óceanic, el local que abrió Sacha de Horn (el saxofonista del Jockey). El local contaba además con algunas bailarinas del Folies-Bergères.

En la primavera de 1932, Kiki empieza a salir con André Laroque, inspector fiscal y acordeonista, con el que actúa en el Cabaret des Fleurs (rue du Montparnasse).


En el verano de 1935, Kiki, que continúa actuando en el Cabaret des Fleurs, se enamora de una joven bailarina, Margot Vega, con la que formaría un dúo en noviembre del mismo año.

Con ocasión de la Exposición Universal, Kiki abre en el verano de 1937 su propio cabaré, al que llamaría Babel. El joven cantante Charles Trenet debuta en Babel mientras que Dédé Laroque se encarga del acordeón alternándose con un pianista drogadicto. Este ambiente de locura, molesta al propietario. Kiki decide abandonar su papel de animadora para seguir un tratamiento de desintoxicación que comenzó por primera vez en octubre de 1936.

En julio de 1939, sale a la venta el primer disco de doble cara de Kiki para la firma fonográfica Polydor. Acompañada por Laroque al acordeón, Kiki canta Les Marins de Groix y Le Retour du Marin.

En 1939, a causa de la Segunda Guerra Mundial y la consiguiente movilización general, Kiki se ve privada de su acompañante por lo que deja su número en el Gipsy’s. Tampoco puede actuar en el Jockey porque no se entiende con la orquesta. Todo ello hace que Kiki vuelva a la cocaína. Poco después Kiki es detenida en dos ocasiones por posesión de estupefaciente.

En 1942, vuelve a abrir el Jockey y Kiki vuelve a actuar en el local. Poco después deja el local por sospechas sobre un informador de la Gestapo y se marcha de París. En 1947, empieza a cantar en un piano-bar de la rue Vavin, Chez Adrien. Se aloja en el hotel Le Printania, donde conoce a Raoul Dufy y Louis Armstrong.

A principios de 1940, sale a la venta el segundo disco de Kiki que contiene dos temas, La Volerie y Sur les marches du palais. En marzo del mismo año, sale su tercer disco con Là-haut sur a Butte y Le long de la Tamise.


[1] Kiki de Montparnasse, Catel Muller (ilustraciones) y José-Louis Bocquet (texto), Ediciones Sinsentido, 2007, Madrid.


KIKI COMO ACTRIZ

- L’Inhumaine (Marcel L’Herbier, 1923)






-Le retour à la raison (Man Ray, 1923)
Le Retour à la raison consiste en secuencias de texturas, rayogramas (impresiones sobre celuloide obtenidas interponiendo objetos entre este y la fuente de luz) y el torso de Kiki de Montparnasse (Alice Prin), iluminado con luces a rayas.
En esta obra Man Ray adopta su técnica del rayograma a imágenes en movimiento.
A veces "sazona" el celuloide con sal y pimienta, lo perfora y después lo revela.

Se trata de un experimento sobre las posibilidades no narrativas del medio cinematográfico que pone el énfasis en los modos de representar la luz, las formas y el movimiento.

La primera proyección de este cortometraje tuvo lugar el 6 de julio de 1923, la segunda estaba prevista para el día siguiente, por desgracia, el escándalo rupturista que organizan la víspera Breton y sus amigos, la impide.
Habrá que esperar a 1949 para ver de nuevo Le Retour à la raison en la gran pantalla del festival internacional del cine experimental y poético de Knokke-le-Zoute.






-Ballet Méchanique (Fernand Leger, 1923)
En noviembre de 1923 tiene lugar una proyección privada de la película de Fernand Léger y Dudley Murphy Ballet mécanique.
Durante quince minutos, entre una mezcla de imágenes, aparece continuamente el rostro de Kiki y fragmentos del mismo.
“La transformación multiplicada” de Kiki se obtiene gracia a un sistema óptico diseñado por Ezra Proud y Dudley Murphy. Algunos planos filmados por éste último junto a Man Ray se incorporan en el montaje.

En París no se hizo ninguna proyección pública de la película, aunque hoy en día es considerada como un clásico del cine vanguardista.

La formación pictórica de Léger dota a su obra de una curiosa cuota de abstracción a pesar de lo figurativo de las imágenes. El secreto está en los efectos de sobreimpresión fotográfica, el fuerte movimiento interno del cuadro, pasajes de animación geométrica y un remarcable trabajo en el montaje reiterativo.








-La galerie des monstres ( Jaque Catelain (director), novela de Eric Allatine,1924).
En esta coproducción hispano-francesa, cabe destacar el trabajo de director artístico Marcel L´Herbier, los decorados de Alberto Cavalcanti y la fotografía de Georges Specht.
Un trabajo que junto con el del director Jacque Catelain (que además participa como actor) queda patente en todo el tratamiento cinematográfico de esta película.

La sutil utilización de los encadenados y la dinámica del montaje, la composición de imágenes y la recreación de un ambiente único e irrepetible nos llevan a escenas conmovedoras, absurdas, terroríficas, poéticas…

En este largometraje, Kiki se interpreta a sí misma en una compañía de feriantes de gira por España.





-Emak-Bakia (Man Ray, 1924-1926)
Segunda película del gran fotógrafo dadaísta Man Ray. Protagonizada por la modelo y amante del director Kiki de Montparnasse, Emak Bakia -que significa "Déjame sola" en euskera- es un cinepoema que narra el sueño de una mujer a través de técnicas fílmicas como el rayógrafo o la doble exposición que tanto éxito habían tenido tres años antes en Le Retour à la raison.








-Entr’acte (René Clair, 1924)












-L’étolie de mer (Man Ray, 1928)
El fotógrafo, pintor y cineasta Man Ray realizó en 1928 su más conocida película, L'Étoile de mer a partir de un poema de Robert Desnos que el poeta leyó en su presencia durante una cena privada.
El resultado es una historia de corte onírico, dimensión que el realizador subraya con filtros de gelatina (al decir de algunos, utilizados para burlar la censura de la época), y componentes eróticos que transcurren a través de conceptos canónicamente surrealistas, como el del amour fou.

Kiki de Montparnasse, André de la Rivière y el mismo Robert Desnos son los actores.
La primera proyección privada del cortometraje tuvo lugar en el Studio des Ursulines.

Kiki es el personaje principal de esta película de quince minutos en blanco y negro.
Se trata del primer éxito público de Man Ray y se proyectará en París hasta 1931 como preludio a La Zone (Georges Lacombe), A Girl in Every Port (Howard Hawks) y de El Ángel Azul (Josef von Sternberg).











-Le Capitaine jaune (Anders-wilhelm Sandberg, 1931)
En esta película Kiki interpreta el papel de una cantante en un antro del aniguo puerto de Marsella.
Este largometraje sonoro sólo se mantendrá en cartelera una semana.



-Cette vieille canaille (Antole Litvak, 1933)

En esta película, Kiki interpreta a la que manda en una cárcel de mujeres. Ésta será su ultima aparición en la gran pantalla.

KIKI COMO ESCRITORA

En julio de 1929 se publican las memorias de Kiki, Souvenirs.
El libro lo edita Henri Broca y cuenta con una portada de Kisling y una introducción de Fujita.
El texto está ilustrado con pinturas y dibujos de Kiki, además de fotos de Man Ray y retratos de Fujita, Mao, Hermine David y Per Krohg. Billy Klüver y Julie Martin realizaron una edición ampliada de las memorias de Kiki para EE UU que reeditó Hazan.

En julio de 1930, Edward Titus publica en París la edición inglesa de Kiki’s Memoirs mediante la editorial Black Manikin Press. En esta edición, Hemingway escribe el prólogo del libro que incluye además capítulos inéditos.

En 1938, Kiki comienza una nueva versión de sus Souvenirs. El texto lo redacta con la ayuda de André Laroque, sin embargo, Kiki no llegará a verlo publicado.

En el verano de 1950, se publican once capítulos de la versión inédita de las memorias de Kiki en Ici Paris e ici Paris Hebdo con el título de Kiki vous parle sans pose, donde principalmente escribe sobre los recuerdos de su infancia.

KIKI COMO MODELO


Alice Prin vio en su viaje a París la oportunidad de codearse con los artistas del momento, pintores, escultores y poetas que vagaban por los cafés de La ciudad de las Luces.

Al igual que el resto de Europa, París se vio azotado por la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias. Soldados por las calles, toques de queda, inseguridad, hambre, pobreza… Prin, que carecía de residencia fija y todavía más de alimento diario, pasó por muchos trabajos y casas de amigos y amigas.


Al rondar por los cafés bohemios como La Rotonde o el café Vavin Alice Prin se vio aceptada en la gran familia de los artistas. Así, inició su amistad con pintores como Mendijsky, Kisling o Foujita. Para todos ellos, posó como modelo en repetidas ocasiones, lo que le permitía ganar unos francos para sobrevivir.


Poco después de comenzar su carrera como modelo, Alice Prin posó para Maurice Mendijsky, pintor polaco, con el que mantendría también una relación amorosa. El único retrato en el que aparece Kiki con el pelo largo es el que Mendijsky realizó en 1919. Este retrato responde a un corte clásico de la pintura figurativa. En este primer retrato, Kiki no muestra su habitual erotismo si no que viste de forma más arreglada, casi burguesa. Poco después, Kiki se cortó el pelo à la garçonne, corte que en la Francia de aquella época se asimilaba a mujeres rebeldes y ociosas, alejadas de la tradición.


Sin embargo, la más importante y quizás tortuosa relación que Kiki mantuvo con ningún otro artista fue con Man Ray, fotógrafo y pintor dadaísta americano. Tal y como muestran muchas de las obras de Ray, Kiki fue una gran inspiración para él.


En Violín de Ingres, Man Ray pinta las dos aberturas características del contrabajo u otros instrumentos de cuerda (símbolo importante para los cubistas). Algunos dicen que esta imagen es una analogía entre el papel del contrabajo en los grupos de jazz y la importancia que Kiki tenía en el grupo de los artistas. Ray pone en manifiesto el poder de Kiki sobre los otros y también el mismo. Kiki es así la que da alegría, la que marca el paso al igual que el contrabajo en el jazz.



Foujita Tsuguharu, pintor y amigo de Kiki también la retrato en varias ocasiones. En la primera sesión en la que Kiki iba a posar para él, fue ella la que le hizo un retrato, que luego vendería a Henri-Pierre Roché, amigo y marchante de arte de la Reina de Montparnasse que la ayudaría en su primera exposición como artista. Fue Foujita el que comentó la importancia e influencia que Kiki producía en el artista que la retrataba. Él mismo se dio cuenta que en Nu à la toile de Jouy (1922), los autores de la obra eran tanto él como su modelo.


Moïse Kisling (Polonia, 1891) de la escuela expresionista judía (Pascin, Chas-Laborde, Modigliani), al igual que todos los artistas de la primera mitad del siglo XX se instaló en Montparnasse (nuevo barrio artístico tras Monmartre) junto con sus colegas artistas. Ciertos autores consideran a Kisling protagonista del Realismo mágico (movimiento alemán posterior a los grupos El puente y El jinete azul). Kisling no trata de pintar la realidad, sino de transmitir una idea, la modelo (en este caso Kiki) es el vehículo entre el pincel y el lienzo. Kiki se ve inofensiva, frágil y, por supuesto, bella y poderosa.















En la primavera de 1929, Calder realiza dos retratos de Kiki. El primero de ellos se hizo para la cámara de la agencia de noticias Keystone. Ambos fueron realizados a partir del modelado de alambre aunque sus diferencias son notorias. En Kiki de Montparnase I, los rasgos faciales de la modelo se ven reducidos a formas geometricas: la nariz, proyectada en el aire de forma triangular; los orificios nasales, dos puntos y su mirada, una espiral. En cambio, en Kiki de Montparnasse II, el alambre inspira una visión frontal del rostro de Alice: los ojos separados, la nariz limitada a un punto del que florece la boca entreabierta.












Kiki de Montparnasse (1928) de Gargallo es una preciosa y reluciente pieza en bronce dorado. El artista reproduce el óvalo de la cara de Alice perfilado por su peinado á la garçonne. Quizás lo más característico de la obra es que el rostro se reduce a un ojo, media nariz y un fragmento de boca. Este juego de vacíos y espacios ocupados y su relación con la luz es una característica de la obra de Gargallo que en este caso resulta en una enigmática belleza.


ARTISTAS Y AMIGOS DE KIKI


Chaim Soutine

Cuando Kiki concoe a Soutine, ambos viven en la miseria. Se ven por primera vez una fría noche de invierno y Soutine quema todo lo que puede de su estudio para que la joven entre en calor. “Desde aquel día, Soutine me gustó –escribiría Kiki diez años después-. Durante un tiempo fuimos casi inseparables”.

En 1919, Soutine cambia París por Céret, en los Pirineos. Zborowski, un marchante independiente, satisface sus necesidades. El milagro tiene lugar cuatro años después: en enero de 1923 el coleccionista estadounidense Albert Barnes descubre la pintura de Soutine a través de Zborowski y adquiere todos sus lienzos por 3.000 $. Por fin llega la época de la prosperidad. Soutine se convierte en un dandi y se compra corbatas y trajes a medida. Cuando pasa por delante de las terrazas de La Rotonde o del Dôme, evita las miradas de posibles gorrones. Sin embargo, cuando va a la barra, no duda en pagar una ronda a sus antiguos compañeros de infortunio.


En 1925 el pintor ejecuta varias versiones de su famoso lienzo Carcasse de boeuf, inspirado en el Buey desollado de Rembrandt. La pieza de carne que compra en el matadero de la Villette no tarda en descomponerse, alertando así a los servicios de higiene de la ciudad. A partir de entonces, el artista inyectará formaldehído a sus modelos para poder seguir con su obra.”¡la pintura tiene que ser vomitada!”, le decía Soutine a André Masson.

Durante la ocupación alemana, a pesar de su origen judío, el pintor se niega a refugiarse en EE UU y se esconde en Touraine con su último amor, Marie-Berthe Aurenche, la que en sus tiempos fuera esposa de Max Ernst.Chaim Soutine murió de una úlcera en 1943.



Amadeo Modigliani

A finales de esa década, Kiki traba contacto con Modigliani en un restaurante de la rue Campagne-Première llamado Chez Rosalie. Rosalie Tobia, de origen italiano y también modelo en sus tiempo, se erige en protectora de su compatriota. Le da de comer a cambio de sus dibujos. A veces su amigo Utrillo se viene desde Montmartre para emborracharse juntos con Chianti. Modigliani tiene fama de decadente. Gusta a las mujeres, consume alcohol y hachís. “Ver a Modigliani sobrio era algo muy raro –recordaría Kiki-. El poco dinero que ganaba le servía para apaciguar el fuego que tenía en el gaznate”.

En la primavera de 1917, conoce Jeanne Hébuterne, una estudiante de pintura de 19 años que era también habitual de La Rotonde. Fujita dice haber tenido un lío con ella. Modigliani se enamora perdidamente de Jeanne, para gran disgusto de los padres de ésta, unos pequeños burgueses católicos que ven con malos ojos que su hija se encapriche de un pintor italiano y judío. Jeanne abandona el domicilio familiar y se va a vivir con Amadeo. Tienen una hija.

En enero de 1920, Modigliani enferma. Sus amigos o están ausentes o también están convalecientes. Al final descubren al pintor inconsciente en su estudio helado y a Jeanne acurrucada junto a él. Lo ingresan enseguida, pero morirá sin haber recuperado la consciencia. Dos días después, Jeanne, que ha vuelto a casa de sus padres, se tira por la ventana. Estaba embarazada de nueve meses.



Moïse Kisling

En aquella época, Kisling era ya un pintor famoso. Su estudio se había convertido en un popular lugar de reunión. Escritores, pintores, escultores, poetas periodistas, actores, modelos –la mayor parte sin dinero- se dan cita en él para beber, comer y bailar al son de un fonógrafo con bocina. En 1922, le hacen una monografía al pintor, la primera de las muchas que se le dedicarán. Dos años después, Kipling obtiene por fin la nacionalidad francesa. Mientras tanto, Renée le había dado dos hijos.


En los años treinta la familia Kisling pasa cada vez más temporadas en el sur de Francia. En 1933, honran a Kipling con el título de caballero de la Legión de Honor. EL “montparno triunfador” celebra su nombramiento con un banquete en La Coupole. Cuatro años después, empieza a construir una casa de Sanary, en la Provenza. Al años siguiente se entera de que los alemanes le han condenado a muerte por sus actividades anti-nazis.


Cuando anuncian que Alemania ha invadido Polonia, Raimu le dice al pintor:”Tampoco vamos a luchar por los judíos polacos. A mí me la tocan los judíos polacos, querido Kisling, estará usted de acuerdo conmigo”. Entonces Kisling le responde: “Soy un judío polaco”. Pero el actor no se desmoraliza:”¡Bueno, pues entonces puedo prometerle que vamos a darles una buena paliza a esos puercos alemanes con todos nuestros amigos judíos polacos!”.


Después de su desmovilización en 1940, Kisling se marcha a Portugal para luego trasladarse a los EE UU, donde se quedará toda la guerra. Al volver a París, se encuentra con que han saqueado su estudio. A partir de entonces, el pintor continuará su obra en la Provenza. En la posguerra inmediata, a veces se le ve por Chez Adrien, un piano-bar de la rue Vavin, donde sigue cantando Kiki, con la mirada cargada por el alcohol y los estupefacientes. Moïse Kisling fallece el 29 de abril de 1953 en Sanary de unas crisis de uremia.




Fujita Tsuguharu


Tsuguharu Fujita nace 28 años antes en Tokio y se queda huérfano de madre a los 4 años. Cuando a los 12 años decide que quiere dedicarse a la pintura, su padres, cirujano jefe del ejército, aprueba la elección de su hijo y le envía a la Escuela de Bellas Artes de Tokio; en Japón ser pintor era una profesión honrada. A pesar de un Reimer encargo prestigiosos (un retrato del emperador de Corea), su carrera se estanca. Le pide a su padre permiso para ir a Francia a perfeccionar su arte.


Al día siguiente de su llegada a Montparnasse, le llevan a la casa de Picasso, que le enseña su colección del Aduanero Rousseau, cuyo estilo naïf ejercerá sobre él una influencia duradera. El pintor español adopta al japonés, que entra en su grupo y se hace amigo de Apollinaire, Max Jacob y Braque. Durante unos meses frecuenta a los estadounidenses Raymond e Isadora Duncan, que están a favor de volver a la pureza de los antiguos griegos. Fujita va a bailar con una clámide por los bosques…


Su flequillo cortado a ras de frente, sus redondas gafas de miope y sus extravagantes indumentarias hacen que las mujeres se fijen en él. Marcelle, Gaby, Marguerite, Margot, Loulou y las demás le enseñan a colarse en el cine, a besar a la francesa, a trapichear con la coca y a chapurrear en argot, pero con quien se casará Fujita en 1917 es con Fernande Barrey. Está en La Rotonde cuando cae rendido ante la joven pintora. Ella le da largas, pero a la mañana siguiente, él va a verla y le da una blusa que ha cosido para ella durante la noche. Fernande le abre su gélido estudio: son tiempos de guerra y escasea el carbón. Para entrar en calor, Fernande rompe una silla y la echa a la chimenea. Se casan a los trece días. Fujita le pide prestados 6 francos a un camarero de La Rotonde para pagar el anuncio de la boda.


Fernande cree en el talento de su “pequeño japonés”, que ahora sabe combinar la técnica occidental con la tradición oriental. Lo instala en un antiguo establo al pie de su edificio, en la rue Delambre, y visita diariamente a los marchantes de arte en vano. Una vez le sorprende la lluvia y coge prestado un paraguas al marchante Chéron, que acaba de rechazar las obras de ese japonés desconocido; sin embargo, no se fía y pide dos acuarelas como prenda. Al día siguiente, ya las ha vendido. Quiere más enseguida, pero no ha apuntado ni el apellido ni la dirección de Fernande. La encuentra un mes después, y le ofrece inmediatamente a Fujita un contrato de 450 francos al mes. A cambio, el pintor tiene que darle dos obras al día, o sea, que la acuarela le sale a 8 francos.

Con su peculio, Fernande y Fujita se financian un viaje al sur con Modigliani, Soutine y con el poeta y marchante Zborowski. Conocen a Renoir pero, como no venden sus obras, los montparnos tienen que volver a París, dejándole a su anfitrión lienzos y maletas. Kiki era la modelo preferida de Fujita. Su
Un couché à la toile de Jouy
marca el comienzo de su éxito. A partir de entonces, el pintor japonés se revela como una personalidad fundamental del Montparnasse de los locos años veinte. Fernande y él acuden a todas las fiestas, a todos los bailes. Pero cuando suenan las doce, el pintor se va a dormir. El descendiente de los samurai es disciplinado y todas las mañanas está delante de su caballete al salir el sol. Pero Fernande no lo es, y el día que Fujita la sorprende entre los brazos de su primo Koyonaghi, se inclina educadamente y abandona el domicilio conyugal.

En La Rotonde conoce a Lucie, una belga de 20 años. Se encierran inmediatamente en un hotel del barrio del que salen tres días después; Lucie se llama ahora Yukie: nieve rosa. Con su nueva pareja, Fujita vive a lo grande: una residencia en Montsouris, sirvientes, coche con chófer y un bronce de Rodin como tapón de radiador… Pero en 1928, el fisco caza al exitoso pintor. Se arruina y la pareja no lo supera. Yuki vuela con Robert Desnos y Fujita se encapricha de la pelirroja Mady Dormans, “la Pantera”. Se la lleva a Japón en un viaje que resultará mortal. La Pantera es cocainómana y al dejarlo tan brutalmente entra en coma y muere sin que puedan reanimarla.

Fujita no puede salir de Japón durante la guerra y regresa a París en 1950. “He vuelto para quedarme”. Junto a su compatriota Kimyo, obtiene la nacionalidad francesa, se bautiza y se instala en la rue Campagne-Première. Cuelga de la pared de su estudio el
Nu couché à la toile de Jouy después de comprárselo a un coleccionista. Es el único pintor famoso de la comitiva en el entierro de Kiki. Es la primera vez que alguien le ve llorar.



Man Ray

Emmanuel Radnitzky nació en Filadelfia en 1890, en el seño de una familia judía recién llegada de Rusia. Tiene 7 años cuando su familia se instala en Brooklyn, donde su padre trabaja en un taller de costura. El joven Radnitzky empieza a pintar ya en 1908 y se apunta a una escuela de arte. Cuatro años después, adopta el pseudónimo de Man Ray. Para ganar algún dinero, trabaja en una agencia de publicidad y luego ilustra atlas para una editorial. En 1913, ingresa en una comunidad de artistas vanguardistas en Ridgefield, frente a Manhattan. Allí conoce al francés Marcel Duchamp.

Aunque su pintura sea en un principio de inspiración cubista, Man Ray no tarda en atreverse con la abstracción y practica la escultura, el collage y la fotografía. En 1921, Duchamp y él publican el único número de New Yor, Dada. “Dada cannot live in New York”, le escribiría al poco tiempo a Tzara.

El 22 de julio de 1921, Man Ray llega a la estación Saint-Lazare, donde le espera Marcel Duchamp, que ese mismo día va a presentar a su amigo estadounidense al círculo dadaísta: Breton, Aragon, Éluard, Soupault… Éste último le ofrece enseguida exponer sus obras en la librería Six. Seis meses después, Man Ray cuelga en el local sus pinturas. El catálogo lo firman Aragon, Breton, Éluard, Tzara, Arp, Ernst y Soupault, pero no se vende ni un lienzo. Man Ray abandona los pinceles y los cambia por la experimentación fotográfica a principios de 1922, que es cuando realiza sus famosas rayografías o rayogramas. Con tan sólo una fuente de luz y papel fotosensible, aporta al dadaísmo unas atrevidas imágenes que Tzara califica de “partida de sol y ajedrez”.


A finales de 1922, la pblicación de Champs Délicieux, un álbum compuesto por doce de estas imágenes, hace que Man Ray se alce como uno de los pilares del movimiento. Para entonces, el artista estadounidense ya conoce a Kiki y ha hecho de la modelo preferida de los artistas de Montparnasse su principal fuente de inspiración fotográfica.

Durante los siete años que dura su relación, a menudo tumultuosa y siempre pasional, Man Ray acumula fotos que van desde la rayograífa hasta el primer plano pornográfico, pasando por el juego surrealista y la instantánea. Si su cuadro más famoso es
À l’heure de l’observatoire, les amoureux, en el que salen los labios de Lee Miller, no puede negarse que lo que hizo que Man Ray entrara a formar parte de la memoria colectiva fueron dos fotos de Kiki: El violín de Ingres, que se convertiría en el icono surrealistas por excelencia, y Negra y Blanca, foto en la que aparece el rostro de Kiki con una máscara baoulé. Sin embargo, en los años veinte, lo que le da de comer al artista no son sus investigaciones vanguardistas, sino su trabajo de retratista y de fotógrafo de moda para Harper’s Bazaar, Vu o Vogue.

Aparte de sus amigos dadaístas y luego surrealistas, la lista de personalidades inmortalizadas por el objetivo de Man Ray parece un quién es quién de las artes y las letras del periodo de entreguerras: Dora Maar, Aldous Huxley, T.S. Eliot, Eisenstein, Nancy Cunard, Erik Satie, Max Ernst, Brancusi, Tanquy, Léger, Hemingway, Derain, Braque, Pasicn, Matisse, Miró, Picasso, Cocteau, dalí, René Char, Magritte, De Chirico, Gertrude Stein, Picabia, Mina Loy, Djuna Barnes o Luis Buñuel.

La pintura y la fotografía no son los únicos ejes de la obra del artista. Desde 1923, Man Ray se interesa por el cinematógrafo. Los dos minutos cuarenta y cinco segundos que dura su primera película,
Retour à la raison, se proyectarán con ocasión de Le Coeur à Barbe organizada por Tzara, velada que marcará la ruptura física –a puñetazo limpio- de los dadaístas y los futuros surrealistas. Cinco años después, Breton, ahora cabecilla de la vanguardia artística mundial, celebra la cuarta película de Man Ray, L’étoile de mer, con guión de Desnos y Kiki como protagonista. Man Ray fue un caso único en la historia del surrealismo, porque nunca se enemistó con nadie. La amistad que tenía con Tzara y la que tenía con Breton y Desnos se mantendrán intactas a pesar de los conflictos que enfrentaban a estos tres hombres.

En 1929, cuando queda claro que lo que tiene Kiki y Broca es más que una aventura, Man Ray hace pública su relación amorosa con Lee Miller, su ayudante. Esta joven estadounidense, antigua modelo de Vogue y futura fotógrafa de guerra, pasó con su compatriota tres años antes de dejarle. Un autorretrato titulado
Suicide resume el estado de ánimo del fotógrafo después de esta ruptura.

En julio de 1949, la llegada de los alemanes hace que el ya famoso fotógrafo atraviese el Atlántico. Se refugia en Hollywood. Su mayor contribución a la industria cinematográfica fue el retrato de Ava Gardner que pintó para la película
Pandora y el holandés errante. En 1951, Man Ray vuelve a París acompañado por la que será la última mujer de su vida, Juliet. Se instala en un estudio de la rue Férou y se dedica a la pintura y a la concepción de objetos de inspiración surrealista. Muere en 1976 a los 86 años. Su tumba se encuentra en el cementerio de Montparnasse, a unos cien metro de los lugares que le vieron nacer como un artista.



Henri-Pierre Roché

Desde principios de siglo, Roché publica en las mejores revistas del momento, tales como Le Mercure de France. Hacia 1905 ya se ha hecho amigo de Braque, Picapia, Apollinaire y Picasso, es el amante de Marie Laurecin y frecuenta al escritor alemán Franz Hessel y a su mujer Helen Grund, que serán dos de los personajes principales de su futura novela Jules et Jim. “Conocía a todo el mundo y quería que todo el mundo le conociera a él”, comentará Gertrude Stein, a la que precisamente Roché le presentó Picasso.

En 1916 el gobierno francés lo manda a EE UU en misión económica. En Nueva York se encuentra con Picabia, que edita la revista 391, y conoce a Marcel Duchamp. Con este hombre, que será para é un amigo infalible y al que él apoda “Victor” o “Totor”, Roché crea en 1917 la revista
The Blindman. Hay dos publicaciones vanguardistas en Nueva York y una sobra. Roché y Picabia se juegan su futuro al ajedrez. Roché pierde y acaba con The Blindman.

A su regreso a Francia, además de trabajar como crítico de arte, Roché se dedica a hacer de intermediario para el coleccionista estadounidense John Quinn. Para él descubre, señala y negocia obras de Matisse, Derain, Dufy, De Chirico, Modigliani, Picasso, Rousseau o Brancusi.

Este aficionado al arte se interesa por Man Ray desde que da sus primeros pasos en París. En julio de 1922, le escribe a Quinn diciéndole:” Sentía suficiente simpatía por Man Ray y tenía suficiente fe en su trabajo como para proponerle el préstamo de una cantidad que fuera suficiente para que se cogiera un estudio grande con un buen aparataje fotográfico; aceptó, lo hizo, le fue bien y sólo necesitó la mitad del dinero que yo le ofrecía. Confidencial”. Según su diario, Roché conoce a Kiki el 8 de mayo de 1922. Él la anima a pintar y a exponer, para lo que llega incluso a ofrecerle su apartamento. En 1924, cuando compra una acuarela de Kiki, escribe en su diario: “Comida con Man Ray, Kiki y Tzara. He comprado una bonita acuarela, un supermatisse de Kiki”.

Aunque no quiere que se le considere un coleccionista, con el paso del tiempo Roché va adquiriendo obras de Laurencin, Brancusi, Picasso, Duchamp, Braque, Modigliani y Dubuffet, por citar a algunos de los más conocidos. En el inventario de su colección constan diez lienzos de Kiki.

Llega la Segunda Guerra Mundial y Roché se refugia en provincias. Jean Paulhan se pone en contacto con él y le anima a que retome la pluma. En la posguerra, el aficionado al arte publica en
Le Parisienne y en La Nouvelle Revue Française y escribe las introducciones a las exposiciones de Kandinsky, Michaux o Dubuffet. Pero es en 1953 cuando cobra cierta notoriedad con la publicación de su primera novela Jules et Jim, inspirada en la relación que mantuvo con la pareja Hessel-Grund. Henri-Pierre Roché tenía entonces 74 años. Tres años después publica su última obra, Les Deux Anglaises et le Continent.

Ese mismo año, un joven crítico de cine se pone en contacto con él para hacer una adaptación cinematográfica de su primera novela. En Arts, acababa de escribir: “ Una de las novelas más modernas más hermosas que conozco es
Jules et Jim que nos muestra a lo largo de toda una vida cómo dos amigos y su compañera común se quieren con un amor tierno y casi sin choques gracias a una moral estética y nueva que no deja de replantearse”. François Truffaut quiere así rodar su primera película a partir de esa particular historia de amor. Entre ambos hombres se establece una amistad, pero Roché no llegará a ver nunca a Jeane Moreaur interpretando el personaje de Catherine en la gran pantalla. Muere en abril de 1959.



Robert Desnos

Los Misterios de París o Fantomás, y le cautivan las poesías de Hugo, Nerval y Mallarmé. A los 16 años, decide dedicar su vida a la literatura. Su padre lo echa de casa.

El joven Desnos sobrevive haciendo trabajillo y traba amistad con otro adolescente anarquizante, Henri Jeanson, al que la le compran artículos por palabras. A los 20 años, el aprendiz de poeta se enrola en las tropas coloniales. La víspera de embarcarse para Marruecos, va al café Certà, en el que los dadaístas celebran su salón. Al cabo uniformado le fascina Breton, “el hombre volcán”.

De regreso a París, dos años después, Desnos se apasiona por el Jazz y retoma relación con el grupo de Breton, que está rompiendo con dadá. El surrealismo está a punto de nacer. Desnos será uno de sus más ardientes defensores. Bajo el magnético influjo de Breton, participa en las sesiones parapsicológicas de los “grands sommeils”. En un estado de trance hipnótico, compone “poemas sueños” que se publican en
Littérature. El número de diciembre de 1922 incluye el mensaje telepático que envía desde Nueva York Rrose Sélavy, alias de Marcel Duchamp. Kiki y Man Ray asisten a algunas de estas representaciones. “Las sesiones habrían sido milagrosas aunque las hubieran preparado y se las hubiertan aprendido de memoria”, escribirá Man Ray cuarenta años más tarde.

En julio de 1923, Desnos participa junto a Breton en la bronca general de L
e Coeur à barbe, que iba a ser el principio del fin del movimiento dadá. Pero de algo hay que vivir. Por medio de Jeanson, Desnos entra a formar parte del equipo diario Paris-Soir. Sus compañeros surrealistas le reprocharán seriamente esta literatura mercantil, que precipitará su ruptura con Breton, al que él le reprochará su adscripción al partido comunista y sus manifestaciones en contra de la homosexualidad.

En el
Boeuf sur Toit, al que le lleva Jeanson, Desnos se queda prendado de la cantante Yvonne Georges. Ella es politoxicomanía y arrastrará al artista por la oscura senda del opio, la cocaína y la heroína. Su relación con Yvonne Georges le inspira una novela que se publica en 1943. Le vin est tirécuenta cómo un hombre se sumerge cruelmente en la adicción creyendo así ser capaz de ir al encuentro de su amada, perdida en paraísos artificiales. Yvonne, “La Estrella”, es una amiga cercana de Kiki. Durante los años veinte, Robert es por tanto uno de los íntimos de la Reina de Montparnasse. Le escribe los catálogos desde su primera exposición. Al año siguiente, ruedan juntos L’Étoile de mer, la película de Man Ray para la que él escribe el guión. Se sospecha más adelante que el fiel amigo le dio “un repaso” al manuscrito de las memorias de Kiki. En la última versión, Kiki escribe de su “gran amigo”: “¡Desnos es el tipo al que uno siempre ve corriendo! ¡Parece que se da prisa en vivir!”.

Yvonne muere en 1930. Para aquel entonces, otra mujer había entrado ya en la vida de Robert. Él la llama “La Sirena”. Para los demás es Yuki, la pareja de Fujita. Al principio, la amistad es lo que une a los tres personajes. El pintor japonés le tatúa una sirena a Yuki en un muslo y al poeta le hace una de las constelaciones de las osas en el brazo. Con el paso del tiempo, los sentimientos van evolucionando, el amor se hace un hueco sin dar pie jamás a los celos. Cuando en 1931, cansado del acoso del físico francés, Fujita se va a Sudamérica sin avisar con la pelirroja Madeleine, Robert y Yuki se encuentran ante el hecho consumado. Al año siguiente, se van a vivir juntos a Saint-Germain-des-Prés y ya no se separan nunca.

En los años treinta el poeta se inclina por la radio.
La Complainte De Fantômas, interpretado por Antonin Artaud, es su primer éxito popular. Se inventa sobre la marcha el spot publicitario radiofónico. El dinero le cae del cielo y se limita a escribir poemas: “para que le dé el aire a mi imaginación…”. Durante la ocupación alemana, el periodista continúa con su carrera, a pesar de que tiene detractores como Céline que le califica de “cerdojudiósofilo”. En 1942, a partir de la Redada del Velódromo de Invierno, Desnos entra en la Resistencia y pasa a formar parte del grupo Action inmediatez. Sin embargo, el periodista es detenido por la Gestapo en 1944. Lo envían a Auschwitz, Buchenwald, Flössenbur y luego a Flöha. Cuando los Aliados atraviesan el Rin, transfieren al poeta a Checoslovaquia. Muere de tifus en el campo de Terezin el 8 de junio de 1945. Un mes después del final de la guerra. “Siempre he sido y seré hasta el final el loco amante de la libertad”.



Jean Cocteau

La Lampe d’Aladin. A lo largo de la década de siguiente, el joven frecuenta tanto a Marcel Proust como a Igor Strwinsky, a André Gide y a Roland Garros. Picasso le introduce en el círculo de artistas de Montparnasse, donde conocerá a Max Jacob, a Kisling y a Modiglinai. También entra en pie de igualdad en la vanguardia artística gracias a Picasso. Cocteau trabaja mano a mano con el pintor, con la compañía de bailarines rusos de Diaghilev y con el músico Erik Satie y firma en 1917 un “ballet realista” Parade. Apollinaire celebra esta primera manifestación del “espirit nouveau” con una palabra acuñada para la ocasión: “sur-realismo”.

En 1919, Cocteau conoce a un joven poeta de 16 años, Raymond Radiguet, y se convierte en su mentor, su protector y amante. Ese mismo año, escribe a Tzara: “Estoy atento a todos los esfuerzos de dadá”. Al principio el poeta se adscribe al dadaísmo, pero no tarda en chochar con algunos de sus seguidores. Los surrealistas lo utilizarán como cabeza de turco. Sin embargo, mucho después, en 1930, Cocteau y Desnos se reconciliarán ante los restos mortales de la cantante Yvonne Georges, amiga íntima de ambos, y en 1937 Aragon le abrirá a Cocteau las páginas del diario
Ce Soir.

Man Ray empieza a fotografiar a Cocteau en 1922, poco después de su llegada a París. Kiki está presente: “Llevaba unos guantes de lana de color rojo, blanco y negro”. A lo largo de los años veinte, se frecuentarán mucho. Comparte las noches en blanco del Boeuf sur le Toit, un bar que “lanzó” al poeta y que fue bautizado en honor a una obra suya del mismo nombre. “Venía muchas noches a oírme cantar en el Boeuf. Su presencia me daba más confianza”, recordaría la cantante unos años después. También es Cocteau el que en 1925 le descubre los encantos del Hôtel Welcome de Villefrance-sur-Mer. En la costa sigue intentando superar la muerte de Radiguet, acaecida dos años antes, desde la que se había sumido en el opio y la desesperación. “Nos veíamos todas las noches en el barecito del hotel y nos entreteníamos mirando a los marineros y a las prostitutas”, contaría Kiki. En aquellos años, cuando Cocteau disponía de ejemplares de sus libros para la prensa, siempre les enviaba uno a “Man y Kiki Ray”. Aunqu parece que a su grácil pluma no le inspiro la preferida de los pintores, Kiki sí que realizó un retrato a color de su amigo Jean.

Con el paso de los años, Cocteau va dejando de escatimar en medios poéticos. Dibuja, pinta y hace cine (
La sangre de un poeta, L’Éternel Retour, La Bella y la Bestia, Orfeo…). Sobre todo, escribe: poesía (Le Cap de Bonne Espérance, Le Mystère de jean l’oiseleur…), teatro (La voz humana, Los padres terribles…), novela(Thomas el impostor, Les Enfants terribles…) y narraciones autobiográficas (Opio, Retratos para un recuerdo…).

La vida de Jean Cocteau es un torbellino de amistades y amor. En 1937 se vincula a Al Brown, un boxeador venido a menos al que ayuda a reconquistar el título de campeón del mundo. Ese mismo año, descubre al joven debutante Jean Marais, que se convierte para él en una nueva fuente de inspiración amorosa. En 1940 escribe
Le bel indifférent para Edith Piaf y el amante de ésta, Pual Meurisse. En 1942, elogia oficialmente a su amigo Arno Breker, que era por añiduría el escultor favorito de Adolf Hitler. En 1943, descubre a Jean Genet y lo libra de una pena de cárcel de por vida al decir de él que era “el mayor escritor de la época”. En 1944, al día siguiente de la liberación de París, se ve con Hemingway en el bar del Ritz, que el escritor había “liberado” personalmente. En 1949, le nombran caballero de la Legión de Honor. En 1953, cuando Kiki fallece, el multiforme poeta –opiómano declarado, homosexual convencido- entra en la Academia Francesa.

El 11 de octubre de 1963, a mediodía, Jean Cocteau se entera de la muerte de Edith Piaf. “Es el barco que termina de hundirse”, declara. Morirá una hora después.


Henri Broca
T’en fais pas! Viens à Montparnasse, una recopilación de textos y caricaturas. En febrero de 1929, el dibujante y periodista lanza la revista Paris-Montparnasse, (que financiaba Kiki) cuyo último número se publicaría en 1930.

Cuando le enseñaron a Man Ray una caricatura de la pareja que hacía con Kiki, el artista estdounidense escribió el siguiente comentario al pie de la imagen: “Es una mierda…hecha por un gilipollas”. El caricaturista en cuestión era Broca. Según Man Ray, la relación amorosa de Kiki y Broca se afirmó durante la redacción de las memorias de la modelo, que editaba el periodista.

“Henri Broca me impresiona por sus sorprendentes cualidades, su inteligencia, lo inaudito de su actividad (…) pero, y es la primera vez que me pasa, no hay por mi parte ninguna atracción física. Su encanto es enorme y la influencia que ejerce sobre mí increíble”, escribiría Kiki más adelante, en la versión de sus memorias de 1938.

El 30 de mayo de 1929, bajo los auspicios de su revista, Broca organiza en Bobino la elección de la Reina de Montparnasse. Kiki es la afortunada ganadora y su título ya no volverá a ponerse en juego.

En 1938, Kiki contará el calvario del final de la relación. Por la drogadicción –según Man Ray- o sífilis –según Lou Mollgaard-, Henri Broca se sume en la demencia a principios de la década de los treinta. Kiki tiene que ingresarlo. Los médicos lo mandan de vuelta con su familia bordelesa. Henri Broca morirá en 1935 sin haber vuelto a ver Montparnasse.



Ernest Hemingway
Transatlantic Reviws, con sede en París, publica una de sus reseñas junto con las de otro “autor en ascenso”, Tristan Tzara. Al año siguiente, en el Dingo Bar, el principiante conoce a Scott Fitzgerald, el “enfant terrible” de las letras estadounidenses. La rivalidad entre los dos –alimentada por Hemingway- es legendaria. Durante ese tiempo, el futuro premio Nobel escribe su primera novela importante, Fiesta.

Al igual que el novelista estadounidense, Kiki también es una habitual del Dingo. Cuando se conocen, Hemingway es casi un desconocido. En 1929, cuando le llega el momento de escribir el prólogo de la edición estadounidense de las memorias de Kiki, él ya es un escritor de éxito gracias a
Adiós a las armas. En este prólogo, el escritor recuerda el Montparnasse que ha conocido y se detiene en Kiki: “ Le había tocado desde el principio una cara bonita y había sabido hacer de ella una obra de arte. Tenía un cuerpo maravillosamente hermoso y una voz bella, una voz de las que hablan, no de las que cantan. Sin duda alguna, dominó aquella época de Montparnasse mejor de lo que la Reina Victoria lo hizo jamás con la suya”.

En toda su carrera, Hemingway sólo aceptará escribir dos prólogos, primero uno para Kiki y luego otro para Jimmie Charters, antiguo boxeador que trabajaba como camarero en el Dingo.

En 1961, el autor de
Por quién doblan las campanas y Las nieves del Kilimanjaro se quita la vida con un fusil. Tres años después, la publicación póstuma de las memorias parisinas del novelista nos revela la juventud de su “generación perdida” bajo el título París era una fiesta.